MITOS Y VERDADES EN LOS SPEAKING DE EXÁMENES DE INGLÉS

Se vuelven comunes en el contexto de los Exámenes Internacionales de inglés algunas creencias suscitadas, en mi opinión, por la impotencia que en ocasiones acompaña la frustración de no alcanzar el puntaje deseado. Buscamos explicaciones y justificaciones basadas en comentarios o creencias sin sentido. Es importante, en muchos casos, reconocer honestamente nuestra falta de preparación o de Nivel de Inglés para lograr lo que deseamos (o necesitamos).

Como información general, recordemos que los exámenes A2 Key, B1 Preliminary, B2 First y C1 Advanced, tienen un examen oral en parejas. Y el Examen IELTS es un examen oral individual. En esencia, el formato del examen oral de cualquiera de ellos tiende a evaluar lo mismo: Las estructuras y el vocabulario que usamos para comunicarnos, la interacción comunicativa (entre candidatos y con el examinador), la pronunciación, y el manejo del discurso. 

Como Centre Exams Manager (CEM) conozco de primera mano muchos mitos en los que creen los candidatos. Como parte de nuestro servicio, y en este caso particular, en los exámenes que tienen un componente de Speaking, tratamos de minimizar la tensión de los candidatos propiciando un ambiente más amigable y jovial. Y es allí, mientras esperan su momento para pasar a los 10 o 12 o 14 minutos que dura su examen oral, donde me gusta hablar con ellos y escuchar todo lo que pasa por sus cabezas unos minutos antes del examen.

MITO 1:      Unos examinadores califican “más duro” que otros.

VERDAD: La calificación de los criterios de un examen oral (y escrito) se hace basándose en unos estándares que definen el porqué de una nota u otra. La calificación de un examen oral o escrito no es una nota subjetiva del examinador.

 

MITO 2:     Hablar mucho, así no hable bien. Eso ayuda a subir la nota

VERDAD:  Los estándares de calificación no definen que hablar mucho dé una nota más alta. Es importante, hablar “bien” usando las estructuras y el vocabulario correcto. Una pronunciación adecuada , y sobre todo decir cosas que respondan la pregunta o preguntas que hizo el examinador.

 

MITO 3:    Si el otro candidato no habla bien, eso me baja la nota.

VERDAD:  La calificación de un examen oral se hace de manera individual. Por tanto, la diferencia de nivel de una candidato no afecta al otro. Por el contrario, puede ser una oportunidad para que el candidato de “mejor nivel” demuestre una mejor interacción comunicativa formulando preguntas al candidato de “menor nivel” para ayudarle a hablar.

MITO 4:    Si llevo frases y discursos memorizados, me va mejor

VERDAD: Aunque no hay un criterio que penalice esta práctica. Si se puede hacer evidente que hay frases ensayadas, y en algunas ocasiones difieren un poco de la respuesta correcta que se debe dar a una pregunta o tarea comunicativa. Esto limita la capacidad del candidato de producir oraciones usando los recursos gramaticales que conoce y puede bajar su nota.

Dejemos de lado esas creencias que sólo alimentan justificaciones a nuestra falta de preparación y nivel. Un examen está diseñado para evaluar objetiva y asertivamente sin dejar nada al azar, la objetividad o la suerte.

M.Ed Alejandro Castiblanco

Centre Exams Manager